Ir al contenido Biografía
Tras terminar sus estudios en Ciencias Económicas en 2002, comenzó a trabajar en el negocio familiar, dedicado al sector textil y la moda. Proviene de un linaje dedicado a la música clásica de manera profesional. Es en el año 2000 cuando Hristina Milanova visita Mallorca y queda completamente embelesada y atrapada por la espiritualidad de esta isla.
En 2003, dos años antes del nacimiento de su primer hijo, la artista realiza un viaje introspectivo y comienza a observar y valorar artísticamente el entorno que le rodea. Así surge su inquietud por demostrar sus habilidades artísticas, lo que le lleva a una lucha constante por evolucionar y explotar al máximo su potencial y posibilidades.
Continúa avanzando con sus estudios sobre moda y consigue quedar finalista en «Art Jove» 2005 con su colección experimental «Aisha Zaliv». Además de esto prosigue formándose en los campos de la fotografía, la edición de imágenes, la danza y la composición musical.
Su pasión por la arquitectura, la ciencia, la cosmología, antropología y la filosofía asiática la lleva a investigar más a fondo sobre el comportamiento humano y los patrones emocionales de la memoria en el tiempo – espacio.
Su primer album se realiza en Oxford con la colaboración del productor y compositor Sam Williams. Free Fall presenta «NIT DE L ART 2015»: la banda sonora pasó a formar parte de sus instalaciones artísticas.
«To Be Space» es el título de la serie conceptual de obras de arte de la artista. Esta refleja la importancia de convertirse en espacio, redefinirlo y utilizarlo; vivir en armonía con el entorno que creamos para formar parte de éste.
Los espacios son instalaciones, llenas de referencias al color y la luz, a la energía que establece una fuerte conexión con los cinco elementos de la antigua filosofía china: agua, madera, fuego, tierra, metal.
Esta combinación de la forma pictórica europea y el pensamiento asiático es otro ejemplo de una forma de pensar muy contemporánea e híbrida que contribuye de manera intrínseca a los cambios en diversos aspectos de nuestro realidad, no sólo en el artístico. Milanova es un artista del siglo XXI que ya no confía en las soluciones propuestas por el siglo anterior.
Joseph Beuys evaluó la situación de nuestra realidad actual declarando: «El arte está en crisis. Todas las áreas están en crisis. (J.B., Colonia, 1973, p.163)». En sus pinturas, Milanova nos muestra una posible salida a la crisis. Para ello, toma al espectador como socio, a quien no sólo concibe como un participante intelectual, sino como ser humano.
Se profundiza enormemente en la teoría de los cinco elementos dentro de la filosofía china. Esta es muy importante para el shiatsu, feng shui, tai chi chuan, qigong, etc.
Los elementos son una puerta de entrada hacia una comprensión más amplia del mundo, en el que la creatividad es una parte integral de la vida. Los elementos no se entienden en términos de su naturaleza material, sino como energías existentes entre materiales. Forman parte de la filosofía de la naturaleza.
En Europa, por otro lado, el filósofo griego Empédocles (circa 495-435 a.C.) desarrolló una teoría de cuatro elementos (tierra, fuego, agua, aire). Visto como etapas de transformación que también pueden oponerse entre sí – fuego y agua, por ejemplo – la teoría de los cinco elementos nos permite organizar estas fuerzas en un Gedankenbild o «imagen de pensamiento» basado en el número cinco.
La artista se siente atraída por este pensamiento, porque en él ve la promesa de una nueva y diferente forma de vida. Sus pinturas son prueba de esta fascinación. Sin embargo, Milanova no está interesada en ilustrar estas ideas. Pero su conocimiento sobre ello es un elemento subyacente de sus pinturas. Los títulos confirman su afinidad por el pensamiento asiático.
En sus reflexiones sobre el arte en «La importancia de vivir» (Stuttgart 1982, p. 421), el escritor chino Lin Yutang (1895-1976) escribe sobre su apreciación artística de la vida, «El arte es tanto creación como recreación. De las dos ideas, creo que el arte como recreación o como puro juego del espíritu humano es más importante. «Las obras de Milanova contienen estas mismas emociones.
Lo que la artista nos transmite de manera clara es cómo está creando una nueva imagen de la vida bajo el sol mallorquín desde que dejó su patria. Esto no pretende ser una continuación o ruptura con la tradición, sino más bien una nueva conciencia libre de la vida. Esto se traduce en sensaciones intensas y agudas en todos los sentidos.
