Dibujando con la cámara

La exposición de las fotografías en blanco y negro de Hristina Milanova (Bulgaria, 1976) debía acompañarse inicialmente de la música creada al efecto por ella junto al compositor y productor inglés Sam Williams para poner el acento temporal y ambiental en dos de los aspectos clave sobre los que pivotan sus obras: las construcciones orgánicas y las arquitectónicas. Aunque, finalmente, esas piezas musicales no estén presentes (si lo estarán en su próxima exposición con motivo de PalmaPhoto), la sola iniciativa de presentarlas conjuntamente da idea del universo que interesa a la artista. 

Es la estructura temporal la que subyace tras ambas facetas artísticas: en el motivo elegido para sus fotos las formas naturales destacan por su configuración geométrica (la piña, las agujas de pino, las ramificaciones arbóreas…). así como lo hacen también sus formas artificiales (edificios, escaleras, paisajes urbanos, teclas de piano…). Pero sobre ellas introduce una acción temporal que deja una huella en la imagen sólo posible a través del juego con las posibilidades mecánicas de la fotografía, es decir, con el tiempo de exposición. Este factor temporal, propio de la música, añade a la imagen unas líneas geométricas que insisten de nuevo en este ingrediente estructural apunta. do que es también sustento de la composición musical. 

Hay también referencias simbólicas en la inclusión de elementos naturales – como el agua y el viento en las piezas musicales comentadas y en las imágenes que contienen cuerdas anudadas. Éstas últimas, según se nos indica, aluden a las ataduras impuestas por el poder que someten la libertad de acción y de pensamiento. Pero esta interpretación, al no quedar expresa en la obra, da juego a este icono: su riqueza semántica se presta a relacionarla con la unión o con la opresión. En este caso es la capacidad de elocuencia propia de esta imagen la que domina por encima de la intención de la artista.

Critica Georgina Sas 2010